Se trata de un problema visual grave que puede ocurrir a cualquier edad, aunque normalmente suele darse en individuos de edad media o en personas de la tercera edad. Suele ser más frecuente en personas que son miopes o en aquellos que han tenido anteriormente algún trastorno en retina. Un golpe fuerte puede causar el desprendimiento de retina. Con menor frecuencia, se relaciona con enfermedades de tipo hereditario, así  puede presentarse incluso en niños. El tratamiento no debe demorarse ya que puede acabar en deterioro o pérdida irreversible de la visión.

 

La retina es un tejido delgado y transparente formado por una serie de fibras y células fotosensibles. Recubre la capa interna del ojo, de la misma manera que el papel de una habitación recubre las paredes. La función de la retina es parecida a la realizada por una película fotográfica: la luz pasa a través de la córnea y del cristalino y se focaliza sobre la retina. La luz estimula las células de la retina que son responsables de “capturar la imagen” y transmitirla al cerebro a través del nervio óptico.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esquema del globo ocular.

 

Causas y Síntomas

 

 La mayoría de los desprendimientos de retina son causados por la presencia de hemorragias o desgarros en la estructura tisular de la retina.

 

 

 

 

 

 

 

 

En el interior del ojo se encuentra el humor vítreo que está firmemente adherido a la retina en algunos puntos concretos.  Una tracción del vítreo puede provocar un desgarro o un agujero en la retina. Aunque algunos desprendimientos de vítreo ocurren de forma natural con el envejecimiento y no causan daño a la retina, un crecimiento anormal del ojo (algunas veces como resultado de la miopía), inflamación o accidentes con traumatismo ocular, pueden causar el desprendimiento de vítreo. En la mayoría de los casos, puede darse un cambio significativo en la estructura del vítreo antes del desprendimiento de retina. En primer lugar se produce un desgarro en retina, a través del cuál penetra el fluido del humor vítreo entre las capas de la retina, facilitando la separación de la retina y el posterior desprendimiento. La zona de la retina que se ha desprendido no puede funcionar correctamente y producirá una visión borrosa o una zona de ceguera.

 

Deberíamos remarcar que existen algunos desprendimientos de retina que están causados por otras enfermedades oculares, tales como los tumores, inflamaciones severas o complicaciones de la diabetes. Estos son los llamados desprendimientos de retina secundarios, en los cuáles no existen desgarros o agujeros en retina y el tratamiento de la condición que ha causado el desprendimiento de retina es la única terapia que permite devolver a la retina a su posición normal.

 

Las personas de mediana edad  y las personas ancianas pueden observar puntos negros flotantes, comúnmente denominadas “moscas volantes” (miodesopsias), y flashes de luz en su visión (son menos comunes en niños o personas jóvenes.) En la mayoría de los casos estos síntomas no indican ningún problema serio, pero si se produce una aparición brusca y repentina de estos puntos negros y de estos flashes de luz puede indicar una hemorragia de vítreo con desgarro en retina. Es necesario un examen ocular por un oftalmólogo para analizar las estructuras internas del ojo  y determinar si el desprendimiento de retina está presente. El examen debe realizarse tan pronto como se presenten los primeros síntomas porque un desprendimiento de retina reciente puede ser tratado mediante una cirugía antes que se produzca una situación más severa.

 

Algunos desprendimientos de retina pueden iniciarse sin la presencia de puntos flotantes o de flashes de luz. En estos casos, los pacientes pueden notar una ondulación o velo en su visión o la apariencia de una sombra en las zonas laterales del campo visual. El desarrollo de un desprendimiento de retina ocasionará una borrosidad en la visión central y creará una pérdida significativa de visión si no se trata de forma rápida y eficaz.

 

En algunas ocasiones, el desprendimiento de retina puede suceder de forma repentina y el paciente puede experimentar una pérdida total de la visión de un ojo. Una pérdida de visión brusca similar también puede ser causada por una hemorragia en vítreo asociada también a desgarro o desprendimiento de retina.

 

Tratamiento

 

 El tratamiento preventivo o profiláctico está dirigido al control de todas aquellas lesiones o desgarros que puedan desembocar en un desprendimiento de retina. De entre los posibles tratamientos preventivos destacamos la crioterapia y la fotocoagulación con láser.

 

La fotocoagulación consiste en dar una serie de impactos con láser en todas las lesiones que puedan predisponer un desprendimiento de retina. El láser sellará la retina en aquellas zonas en dónde se encuentra debilitada creando una fuerte adherencia entre las capas retinianas. Es un proceso indoloro y se realiza a través de la pupila.

 

 La crioterapia también tiene por finalidad sellar las lesiones existentes pero se realiza mediante la aplicación de una sonda de frío en la pared externa del globo ocular.

 

Sin embargo en algunas ocasiones el desprendimiento de retina ya se ha producido y debemos recurrir a un tratamiento curativo. La cirugía escleral o clásica consiste en la colocación de unos explantes (materiales adheridos a la parte externa del globo ocular) con el fin de producir una indentación de la pared del globo ocular hacia dentro. De esta forma se acerca dicha pared a la retina desprendida facilitando el taponamiento de los desgarros retinianos y la adherencia de la retina a la pared del ojo. Normalmente se suele combinar con láser.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La vitrectomía es otro tipo de tratamiento curativo indicado principalmente para aquellos casos en los que el desprendimiento de retina viene como consecuencia de una tracción del vítreo. Se eliminará y vaciará el humor vítreo, causante de la lesión y será sustituido mediante inyección de un sustitutivo, haciendo penetrar en el interior del ojo sustancias como aire o gases expansivos o aceites de silicona, para presionar la retina y adherirla adecuadamente. De forma previa se han tratado las lesiones o desgarros con láser.

 

Por último, también podemos utilizar la inyección de gas pero sin necesidad de eliminar el vítreo. En este caso se introduce una burbuja de gas que presionará la retina afectada y facilitará su adherencia. Posteriormente también se completará con crioterapia o láser.

 

Prevención de la pérdida de la visión

 

Una detección temprana de una lesión en el fondo del ojo que pueda provocar un desprendimiento de retina, es la mejor protección contra la pérdida de visión.  Aún cuando no se observen síntomas, es conveniente realizar reconocimientos periódicos especialmente en aquellas personas que se encuentren en un grupo de riesgo (miopes altos, antecedentes familiares,...)  Es importante recordar que el desprendimiento de retina no es doloroso y aún así requiere un tratamiento urgente.

 

Detalle del fondo del ojo donde se visualiza un desgarro de retina.

Aspecto blanquecino de la retina desprendida.

Esquema de cirugía externa

del DR.

Vitrectomía con tres vías de entrada

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